A través de una sesión de hipnosis podemos acceder a un recuerdo de vida pasada, ya que como todo recuerdo de experiencia vivida se aloja en nosotros mismos, en lo que conocemos como “Inconsciente”, y es por eso que la hipnosis es la herramienta más eficaz para acceder a esa información. (Ya hablaremos de la hipnosis en concreto)
Para las personas que creen en la reencarnación, y por tanto aceptan la posibilidad de haber vivido otras vidas en el pasado, esta experiencia de regresión no presenta mayores conflictos: buscan y desean esta vivencia para conocerse más, para corregir errores que pueden estar repitiendo o porque intuyen que ciertos frenos en su vida presente tiene sus raíces en una vida pasada.
El problema se presenta con las personas que no creen en la reencarnación, y que, en una sesión de hipnosis aparece una vida pasada. Mejor poner un ejemplo: tomo una sesión de hipnosis para terminar con una fobia que me angustia, y en un momento dado, me veo en otro cuerpo, en otro tiempo histórico, viviendo experiencias que yo nunca viví, pero que las siento totalmente reales… En esa vida, que transcurre en la Europa medieval, yo asesino a alguien y a consecuencia de ello muero en la horca.
Estas personas, que pasan por la experiencia pero que no creen en la reencarnación, y por lo tanto no aceptan la posibilidad de tener una vida pasada, entienden y justifican esta experiencia (que la vivieron, que la sintieron, que saben que es real) desde otra perspectiva: para ellos no es una vida pasada, sino una experiencia que el inconsciente muestra simbólicamente como sucedida en el pasado, pero que nunca existió en el plano físico. La explicación a esa experiencia, es la siguiente: mi mente inconsciente “asesinó simbólicamente” a alguien en el pasado, y debido a esa muerte que causó –aunque sea simbólica sigue siendo un asesinato- se auto castiga fabricándose ese ahorcamiento también en el pasado, donde esa situación tuvo lugar, y que mi mente no consciente me muestra a través de imágenes de una Europa medieval-.
Entonces… ¿nos estamos engañando cuando experimentamos una vida pasada? ¿Es siempre el producto de una imagen fabricada por nuestro inconsciente? O por el contrario, ¿siempre son experiencias y recuerdos de una vida pasada? La respuesta es un poco y un poco; solamente la persona que vivencia la experiencia es capaz de determinar si lo que vivió es producto de una imagen fabricada por su mente no consciente para mostrarle en forma simbólica situaciones vividas en esta vida, o, por el contrario, se trata de experiencias de una vida pasada.
En la mayoría de los casos la diferencia está en los sentimientos y emociones que son capaces de generar esa experiencia, pero en todos los casos, ya sea una vida pasada real o una imagen fabricada por nuestra mente no consciente para mostrarnos algo que estaba alojado allí, se producen consecuencias sanadoras, porque la mente no consciente trae algo que estaba escondido, oculto, y que al mostrarlo trayéndolo al consciente, nos permite sanarlo.
Freud decía que el síntoma esconde algo de lo que el consciente no habla: un conflicto interior. Pero el inconsciente sí habla de ese conflicto: en los sueños, en los lapsus, a través de asociaciones libres, y que hacer consciente lo inconsciente, es el primer paso para sanar. Y si el modo que nuestro inconsciente encuentra para mostrarle al consciente ese conflicto interior (y así hacerlo consciente) es una experiencia de vida pasada, sea ésta real o no, ¿Qué importa? Lo que verdaderamente importa es que nuestra mente nos está mostrando el conflicto, para que lo veamos cara a cara y podamos sanarlo.
